Canción: "What A Wonderful World"
Artista: Joey Ramone
Álbum: Don't Worry About Me
Año: 2002
El punk es así. Desde sus comienzos fue así. Fue concebido para no ser bien visto entre el elitismo y la pretensión artística en la que se había metido el rock (o mejor dicho, los críticos de música que intentaban comentar discos de rock) a finales de los '70.
Es que los '70 fueron el auge del rock progresivo. El rock se había alejado del salvajismo, el inconformismo y el reviente de sus primeros años y había unido fuerzas con las concepciones de "arte" que tenían los críticos para crear cosas bellísimas, pero que sin embargo rara vez rendía cuentas al espíritu "no-me-importa-una-mierda" que había parido al rock and roll.
Los críticos musicales se habían embelesado por la progresión artística de grupos como Pink Floyd (que por cierto, era cada vez mayor y mejor), y nunca consideraron al rock como música, por más que dijeran lo contrario. Para ellos lo más rockero de la Tierra eran los intervalos funkies de temas como "Echoes", "Any Colour You Like" o "Shine On You Crazy Diamond" (esto sólo para poner un ejemplo). En efecto, no entendían nada, y nunca lo hicieron.
Es por eso que, cuando el punk irrumpió a finales de esa gran década para meterle el dedo en el culo a las radios progretas y pretenciosas y volver al quilombo que, se suponía, era la esencia del rock, los críticos decían lo mismo que dirían nuestros padres al oír una canción de Motörhead saliendo de los parlantes: "Esto es una bola de ruido inescuchable".
Una de las bandas a las que más se acusó de ser el mismo sonido una y otra vez, fueron a los Ramones. Aún hoy hay gente que los denosta porque los temas más grosos constan de nada más de tres acordes como mucho. Pobres tarados.
Lo cierto es que, gracias a esa "bola de ruido", los monchos partieron en dos la historia del rock y se ganó el corazón de todo punkie con cresta y campera de cuero que se precie de tal.
Después de que los Ramones, tristemente, desaparecieran de los escenarios, y de la intempestiva muerte de Dee Dee, Joey se animó a sacar un disco solista. Uno que afirmara que la esencia inocente, rockera, simple y llena de actitud de los Ramones venía pura y exclusivamente de él, amén de los aportes de Dee Dee y Johnny. Eso fue exactamente lo que logró. Y la prueba está en este temazo.
Musicalmente, es básicamente una versión de los Ramones de aquella bella canción popularizada por el gran Louis Armstrong. Pero justamente es el toque ramonero que le da la voz de Joey lo que la hace mil veces superior a esa versión. La actitud, la furia adolescente, la melodía, la sencillez, la honestidad, todo, todo lo que hacía únicos a los Monchos, está aquí. Y ahí fue donde me di cuenta de que era Joey, el hippón del grupo, el que emanaba esa calidez.
Y la letra ya la conocen, es lisa y llanamente hermosa, y una vez más, la inconfundible voz de Joey nos hace emocionar en cada nota.
Que los críticos anti-rock y los giles sigan denigrando al punk, no nos molesta. Ellos no saben de lo que se pierden. Lo que nos da bronca, es el hecho de que probablemente jamás escucharemos a una banda de rock tan simple, tan honesta, tan furiosa, tan única como los Ramones. A ellos les debemos todo lo que conocemos por rock. Cada día que pasa, se los extraña más.
Como siempre, les dejo la letra y el video. Escuchen y sientan el nudo en la garganta. ¡Gracias, Joey, por la magia! :D
Lyrics:
I see trees of green, red roses too,
I see them bloom for me and you,
and I say to myself,
what a wonderful world.
I see skies of blue, and clouds of white,
bright sunny days, dark sacred nights,
and I think to myself,
what a wonderful world.
The colors of the rainbow
are so pretty in the skies,
are also on the faces
of people walking by.
I see friends shaking hands,
saying, 'How do you do?',
they're really saying,
'I love you'.
I see babies cry, I watch them grow,
they'll learn much more than I'll ever know,
and I think to myself,
what a wonderful world.
Yes, I think to myself,
what a wonderful world.
And I say to myself,
what a wonderful world...
=)
No hay comentarios:
Publicar un comentario