"Inside me I feel alone and unreal..."

La vida parecía sonreírle a Syd y al Floyd de los '60. Con The Piper At The Gates Of Dawn se habían consolidado como LA banda de rock psicodélico de aquella mágica época. Pero, nadie dijo que el éxito trajera sólo felicidad. También trajo otras cosas.




Gracias al tremendo estrés que traen aparejadas las ventas de muchos discos, la presión de las discográficas por conseguir nuevos singles grosos que superen a "Arnold Layne" o a "See Emily Play", y el constante consumo de sustancias psicoactivas como el LSD, fueron dejando su huella en Syd. En consecuencia, su comportamiento se volvió cada vez más errático e impredecible.



En vista de esto, el grupo tuvo que contratar a otro guitarrista para que tapara los huecos que dejaba Syd. Así fue como David Gilmour entró a la banda. Sin embargo, la estancia de Syd en la banda no hacía más que complicar las cosas para Dave y los demás. Tanto, que las cosas llegaron a este extremo:
(en el micro de gira)
-¿Recogemos a Syd?

-No nos molestemos.

La idea de Pink Floyd en un principio era que Syd se quedara en la banda como el compositor de sus temas, pero esta idea no rindió frutos (cuando toquemos el asunto de la verdad de la milanga sobre la salud mental de Syd, les cuento por qué). En marzo de 1968, se hizo el anuncio oficial de que Syd Barrett ya no pertenecía a Pink Floyd.



Cierto es que, después de The Piper At The Gates Of Dawn, Syd no contribuyó con mucho material para el grupo. De estas canciones, sólo una ("Jugband Blues") apareció en el siguiente álbum, una (la genial "Apples And Oranges") se lanzó como single y no tuvo tanto éxito como sus predecesoras a pesar de ser una gran canción, y otras dos (las esquizofrénicas "Scream Thy Last Scream" y "Vegetable Man") siguen sin tener edición oficial a la fecha.





Como dijimos, Syd sólo aportó la melancólica "Jugband Blues" al siguiente disco de Floyd, A Saucerful Of Secrets, pero también es quien acompaña a Gilmour en las guitarras de la memorable "Set The Controls For The Heart Of The Sun" y quien hace el fabuloso solo con slide en la nostálgica pieza de Wright, "Remember A Day". Sería el único testimonio de cuando Pink Floyd estuvo compuesto por no cuatro, sino cinco genios.





Luego de que su estancia en Floyd terminara, Syd se juntó con el ex-manager de Floyd, Peter Jenner, para comenzar su aventura solista.


(continúa mañana)